sábado, 28 de febrero de 2015



Adorables, ¿verdad? Bebés, gatitos y cachorros varios logran inspirar un nivel  de ternura azucarada que casi obliga a uno a inyectarse insulina   Dan ganan de cogerlos, abrazarlos y hacerles mil gracias. Su irresistible atractivo ha llevado a convertir videos caseros como éste en auténticos fenómenos virales.  Conocedores de su potencial, las marcas han recurrido a los más pequeños-humanos y no humanos- para sus campañas. 

Desvelar el secreto de esta adorabilidad ha sido objeto de investigaciones de neurociencia y psicología.  En ese sentido se trató al inicio de determinar las características antropométricas- anatomía- de lo mono. El psicólogo Konrad Lorenz encontró  allá por los 50 una serie de rasgos físicos que despertaban el instinto de protección: cabeza y ojos enormes, nariz pequeña,  frente ancha, entre otros.  Los rasgos tendían a darse en humanos y no humanos. En los ejemplares adultos, esos rasgos tendían a desaparecer, y con ello, la tierna simpatía. 

Figuras de la izquierda presentan rasgos más adorables que las figuras de la derecha. 

Una vez descrito el objeto de cariño, la cuestión era entender los mecanismos neuronales de esta predilección . El doctor Hamann descubrió que el nucleus accumbens y áreas del cortex orbito-frontal medio-  vinculadas a la gestión del placer y emociones positivas- se activaban al ver  crías de animales y bebés. Por otra parte, científicos japoneses evidenciaron que la presencia de algo mono nos mueve a estar más atentos y desempeñar tareas delicadas con más precisión. Ante la presencia de individuos adultos, esa activación y comportamiento no se dan. 

Nucleus accumbens (en rojo) y cortex orbitofrontal (en verde)

 En un sentido evolutivo, el físico de los más pequeños es un diseño llamativo. En la primera etapa de la vida, los animales, sobre todo los  mamíferos,  están desvalidos y necesitan protección.  El inspirar ternura en sus congéneres es una forma de conseguirla. El deseo de  seguridad es uno de nuestros instintos primarios y es apelado oportunamente en la publicidad para orientar nuestros sentimientos y respuestas. No es de extrañar que la ONGs  y empresas recurren a la infancia para crear campañas más eficaces. 

El reclamo de lo adorable es eficaz  más allá del mundo de la promoción. En animación, se tiende a construir personajes con rasgos infantiles para que resulten más atractivos. En educación, se pueden aplicar estas pautas al diseño de material didáctico y herramientas para manualidades, de tal manera que los niños se sientan más inclinados a usarlas.  Si no te crees que un martillo pueda ser algo mono, te invito a que pruebes en esta página.

El definir algo como mono se ha basado en la vista, pero varios indicios señalan a que más sentidos también se ven implicados en tal  percepción. Las investigaciones de Gwen Dewar, sugieren el olfato puede jugar un papel clave. Quedamos a la espera de novedades. 


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