jueves, 17 de abril de 2014


El mundo online es el campo que hoy en día presenta mayores oportunidades para el marketing. La analítica y el posicionamiento web son disciplinas que han ayudado decisivamente a explotarlo. Sin embargo, pese a su contribución a la hora de buscar maneras de multiplicar visitas a una página web o aumentar la duración de las mismas, no se puede ver como nuestro cerebro se comporta durante una o qué reacciones causan determinados diseños.

Para despejar esta incógnita, Amy Africa da una explicación basada en la psicología y la neurociencia. En ella señala en papel primordial del cerebro reptiliano, la parte del cerebro que toma decisiones rápidas e instimtivas. Dicha región se encarga originalmente de ayudar a mantenernos vivos, pero ha pasado a economizar nuestra atención y pensamientos en un mundo de múltiples estímulos. Las decisiones que toma la mente navegando por Internet se basan según Africa en los siguientes aspectos:

Familiaridad: es más fácil que nos adentremos en un territorio si encontramos aspectos que nos resultan comunes. Lo mismo ocurre con el mundo virtual. Que una página esté escrita en nuestro idioma, que contenga una jerga conocida o presente gente de nuestra edad son ganchos para que sigamos navegando por ella.

Seguridad: a nuestro cerebro le encantan las costumbres y se muestra suspicaz y confuso en entornos cambiantes. Una web en la que el contenido o el diseño son alterados con frecuencia resultan molestas. El uso de una gama de colores concreta en el layout o la coherencia temática son necesarias para que el visitante se sienta cómodo y navegue sin problemas. Esto no quiere decir que no se puedan implementar cambios. La innovación renueva el interés, está claro. Sin embargo, se debe ser selectivos con las variaciones y espaciarlas en el tiempo para que no sean contraproducentes

Visualidad: en la primeras impresiones, lo que entra por la vista es lo fundamental. El 50% de la información que el cerebro procesa es visual. Por esta razón, es necesario que la temática de la web salte a la vista. Utilizar imágenes y titulares claros determinan el éxito de este punto. Ayudan a crear patrones que hacen más cómodo el procesamiento de información.

Oportunidad: muchas páginas resultan atractivas y reconocibles, pero no logran mover a la acción. Esto se debe que no presentan oportunidades inmediatas. Una tienda online que no destaque sus ofertas en la homepage o exija muchos pasos para la compra es sinónimo de fracaso. Nos encantan los atajos  y nos mueve el riesgo de perder. Si tienes una web, pon plazo a tus ofertas o acceso a tus perfiles en redes sociales para que tus usuarios puedan interactuar contigo sin complicaciones.

En definitva, una web debe resultar familiar, reconocible y certera; que llame a la acción y sea fáciul de manejar.En la teoría de Amy Africa hay mucha tela que cortar. Investigaciones para profundizar en el comportamiento humano durante la navegación serán necesarias para afinar el diseño y el contenido de las páginas web.

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